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La conducta de los niños con TDAH presenta ciertos rasgos que padres y educadores deben observar como indicios de la existencia de este trastorno las siguientes características principales:
- El niño se mueve mucho en el asiento.
- Corre y salta en situaciones inapropiadas.
- Le resulta difícil jugar tranquilamente.
- A menudo está muy excitado.
- Falta de control en sus impulsos.
- Se da en dos o más ambientes, casa y escuela.
- Responde antes de que finalice la pregunta.
- No es capaz de esperar su turno en las actividades.
- Interrumpe a otros en los juegos y conversaciones.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Le cuesta mantener la atención.
- Es desordenado, descuidado, olvidadizo.
- No sigue instrucciones, no termina las tareas.
- Le resulta complicado organizarse.
- A veces se olvida de las actividades diarias.
Todos estos comportamientos hacen que les provoque baja autoestima al no ser aceptados por el grupo de iguales y tener dificultades en la convivencia en casa. Entonces aparecen otros trastornos como la ansiedad y la depresión, conductas de oposición, disruptivas, desafiantes… Por lo tanto una detección no temprana les puede llevar más tarde a cualquier conducta antisocial.
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